Recién acabadas las vacaciones, de regreso a Barcelona con la sal y el yodo todavía pegados a la piel, paseo por las calles y me entran ganas de llorar. No por la imagen que ofrecen las gentes protegidas con mascarillas y aires de inseguridad. A eso ya me he acostumbrado. Yo misma formo parte de esa masa que mira con recelo a los que nos rodean como si nos fueran a contagiar. Lo que me produce desazón es esa ristra de comercios con las persianas bajadas y el cartel de “EN ALQUILER”. Son muchos los negocios que no volverán a ofrecer sus servicios porque no han resistido el cese de actividad. Uno al lado del otro; ordenados en perfecta sucesión.
Los miro y pienso que, tras el silencio de las puertas cerradas, cada uno guarda una pequeña historia de deudas, impagos, despidos, ruina y dolor, y que esa historia afecta a más personas de las que a simple vista uno puede imaginar.
No es sólo el empresario que en su tiempo hizo una inversión y mes a mes ha ido pagando un alquiler, sin percibir ingresos, hasta que no ha podido aguantar. También son los empleados que han pasado a engrosar las listas del paro y los proveedores que se van quedado sin clientes y el propietario del local que de pronto se está viendo sin rentas. Y todo lo que no podrán comprar ni hacer los implicados y que repercutirá en otros empresarios, asalariados, proveedores y propietarios mientras la línea de la economía decae como las fichas de un dominó.
Demasiada ruina para no dejarse llevar por la desazón.
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Acerca de Aurora Villalba
Nacida en Barcelona en 1961, es licenciada en Psicología Clínica por la Universidad de Barcelona. Se especializa en la aplicación de técnicas cognitivo-conductuales en la Unidad de Terapia de Conducta de la UB. Participa en la elaboración de algunas tesis relacionadas con la aplicación de dichas técnicas a grandes obesos y al miedo de hablar en público. Publica varios artículos sobre trastornos de alimentación en revistas de psicología: Ansiedad y obesidad, Bulimia, una enfermedad de hoy. Durante toda su vida procura dar espacio a sus dos grandes pasiones: baile y literatura. Se forma en las disciplinas de jazz, danza española y ballet clásico en la Escuela de Danza Coco Comin. Aunque su afición por la escritura se remite a la adolescencia, es a partir del 2008 cuando empieza a dedicarse plenamente a ella. Tras estudiar diversos cursos de narrativa, cuento y novela en el Ateneu Barcelonès, escribe su primer relato, "Rodando por los jardines", con el que obtiene el segundo premio de “Relatos de Mujeres 2012”. Con su segundo cuento, "El viaje" (editorial Círculo Rojo, 2014), gana el primer premio “Palabra sobre palabra” y su libro de cuentos "Esa vida que pesa" es galardonado con el primer premio del XXXV certamen literario Carta Puebla 2013. Sus primeras obras son cuentos adscritos al género de narrativa de ficción contemporánea. De un realismo muy intimista, sus historias hablan sobre personajes que luchan por amar, avanzar y sobrellevar sus destinos. Actualmente, está trabajando en su primera novela.
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Siento que estamos viviendo una tercera guerra mundial sin armas de fuego… no tengo miedo… pero si siento tristeza… me pilla jubilada… pero sufro por nuestros hijos… nietos… amigos…. que tratan de salirse de esta como bien pueden …. saben… o les dejan Mucha salud para todis Aurora !!!
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¡Ay, Isabel! A mi a veces me parece que se está cumpliendo una de las profecías de Nostradamus! ¡ Es un auténtico caos! Me alegro saber de tí. Un abrazo.
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